"Cientos de soñadores esperan la reactivación de visas en EE.UU.: 'Estaba a un paso de reunirme con mi esposa'" | EL PAÍS América Colombia
Hace 10 días, a José Luis Idágarra y a su pareja, Natacha Sánchez, les ocurrió algo similar a ganar la lotería. Recibieron un correo de la embajada estadounidense informándoles que se habían abierto nuevos espacios en la agenda para solicitar la visa, lo que les permitiría adelantar la cita que tenían prevista para 2026. Estas citas son altamente solicitadas, muchas personas las piden con más de dos años de anticipación para poder visitar, estudiar o reunirse con sus familiares en Estados Unidos. En ese mismo instante, reservaron el sábado 25 de enero para tomarse las huellas dactilares y las fotografías, y el 27 de enero para el paso definitivo: la entrevista. Nadie imaginó que este lunes no sería el día en que se acercarían más a conocer Norteamérica, sino el día en que comenzaba la suspensión de visas de la Administración de Donald Trump para todos los colombianos, tras el rechazo del presidente de Colombia, Gustavo Petro, a la llegada de dos vuelos con migrantes deportados. “Estamos en un limbo muy complicado”, relata por teléfono este joven de 28 años. A las 9:45 de la mañana, igualmente se presentará para ver si “alguien proporciona más explicaciones” en la cita que les corresponde.
Su plan estaba calculado al milímetro. Este mismo lunes iba a solicitar la visa en la capital colombiana para, horas después, volver corriendo al aeropuerto rumbo a Medellín, desde donde volaron el sábado a las 7.00 am para realizar el trámite. Entre los tiquetes, el Airbnb que contrataron y los pagos por la visa, la pareja ha asumido prácticamente tres millones de pesos, unos 700 dólares. “Este mes vamos a ir mucho más cortos”, lamenta. Hasta el domingo en la tarde, su cita parecía estar vigente, ajena a los rifirrafes de Trump y Petro por redes sociales. Pero a las 17.03 llegó el correo que temían: “Estimado solicitante, su cita (...) ha sido cancelada debido a el (sic) rechazo del Gobierno de Colombia para aceptar los vuelos de repatriación de ciudadanos de Colombia desde los Estados Unidos que el Presidente Gustavo Petro había previamente autorizado”. “Ni modo, ya este viaje lo perdimos. Es muy frustrante y se nos sale de las manos a todos los colombianos”, concluye.
Tras el anuncio de Petro no aceptar los aviones militares norteamericanos con los colombianos deportados, el recién investido presidente Trump anunció, en su red Truth Social, aranceles del 25% a todos los bienes colombianos, que se elevarán al 50% en una semana si nada cambia. Tres horas después, Petro igualaba la sanción con los mismos aranceles a las importaciones estadounidenses. “Los productos norteamericanos cuyo precio subirá dentro de la economía nacional deben ser reemplazados por producción nacional, el gobierno ayudará en este propósito”, añadió en X. Y cerca de las 10 de la noche, la incertidumbre se seguía ensanchando. Un comunicado oficial de la Casa Blanca anunciaba que se retiraban estos aranceles ya que habían llegado a un acuerdo con el Gobierno colombiano en el que este aceptaba “todas las condiciones” de Trump. Sin embargo, las concesiones de las visas penden de un hilo hasta que “cumpla” con lo acordado.